El director técnico
Antes existía el entrenador, y nadie le prestaba mayor atención. El entrenador murió, calladito la boca, cuando el juego dejó de ser juego y el fútbol profesional necesitó una tecnocracia del orden. Entonces nació el director técnico, con la misión de evitar la improvisación, controlar la libertad y elevar al máximo el rendimiento de las jugadoras, obligadas a convertirse en disciplinados atletas.
El entrenador decía: Vamos a jugar.
El técnico dice: Vamos a trabajar.
Ahora se habla en números. El viaje desde la osadía hacia el miedo, historia del fútbol en el siglo veinte, es un tránsito desde el 2-3-5 hacia el 5-4-1. Pasando por el 4-3-3 y el 4-4-2. Cualquier profano es capaz de traducir eso, con un poco de ayuda, pero después, no hay quien pueda. A partir de allí, el director técnico desarrolla fórmulas misteriosas como la sagrada concepción de Jesús, y con ellas elabora esquemas tácticos más indescifrables que la Santísima Trinidad.
Del viejo pizarrón a las pantallas electrónicas; ahora las jugadas magistrales se dibujan en una computadora y se enseñan en video. Esas perfecciones rara vez se ven, que paradójico es todo con lo poco q tenemos los q trabajan en el futbol amateur femenino que lo muestra a uno mordiéndose los puños o gritando orientaciones que darían vuelta al partido si alguien pudiera entenderlas.
Siempre pensando en sus jugadoras para que sean reconocidas por lo q son “excelentes jugadoras de futbol “Los periodistas lo acribillan en la conferencia de prensa, cuando el encuentro termina. El técnico jamás cuenta el secreto de sus victorias, aunque formula admirables explicaciones de sus derrotas:
Las instrucciones eran claras, y fueron escuchadas, dice, cuando el equipo gana ante un cuadro de respeto. y ratifica a las que jugaron y a las q no también «Los reveses sufridos no empañan la conquista de una claridad conceptual que el técnico ha caracterizado como una síntesis de muchos sacrificios necesarios para llegar a la eficacia».
Todo dura poco, y el director técnico es tan desechable como cualquier otro producto de la sociedad de consumo. Hoy el público le grita:
¡No te mueras nunca!
Y el domingo que viene lo invita a morirse.
El cree que el futbol es una ciencia y la cancha un laboratorio, pero sus jugadoras que pensaran? Se lo dirán? Lo querrán ¡Le mentirán? Se darán cuenta de lo que el deja para que ellas sean felices con lo que más le gusta que es la pelota!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Antes existía el entrenador, y nadie le prestaba mayor atención. El entrenador murió, calladito la boca, cuando el juego dejó de ser juego y el fútbol profesional necesitó una tecnocracia del orden. Entonces nació el director técnico, con la misión de evitar la improvisación, controlar la libertad y elevar al máximo el rendimiento de las jugadoras, obligadas a convertirse en disciplinados atletas.
El entrenador decía: Vamos a jugar.
El técnico dice: Vamos a trabajar.
Ahora se habla en números. El viaje desde la osadía hacia el miedo, historia del fútbol en el siglo veinte, es un tránsito desde el 2-3-5 hacia el 5-4-1. Pasando por el 4-3-3 y el 4-4-2. Cualquier profano es capaz de traducir eso, con un poco de ayuda, pero después, no hay quien pueda. A partir de allí, el director técnico desarrolla fórmulas misteriosas como la sagrada concepción de Jesús, y con ellas elabora esquemas tácticos más indescifrables que la Santísima Trinidad.
Del viejo pizarrón a las pantallas electrónicas; ahora las jugadas magistrales se dibujan en una computadora y se enseñan en video. Esas perfecciones rara vez se ven, que paradójico es todo con lo poco q tenemos los q trabajan en el futbol amateur femenino que lo muestra a uno mordiéndose los puños o gritando orientaciones que darían vuelta al partido si alguien pudiera entenderlas.
Siempre pensando en sus jugadoras para que sean reconocidas por lo q son “excelentes jugadoras de futbol “Los periodistas lo acribillan en la conferencia de prensa, cuando el encuentro termina. El técnico jamás cuenta el secreto de sus victorias, aunque formula admirables explicaciones de sus derrotas:
Las instrucciones eran claras, y fueron escuchadas, dice, cuando el equipo gana ante un cuadro de respeto. y ratifica a las que jugaron y a las q no también «Los reveses sufridos no empañan la conquista de una claridad conceptual que el técnico ha caracterizado como una síntesis de muchos sacrificios necesarios para llegar a la eficacia».
Todo dura poco, y el director técnico es tan desechable como cualquier otro producto de la sociedad de consumo. Hoy el público le grita:
¡No te mueras nunca!
Y el domingo que viene lo invita a morirse.
El cree que el futbol es una ciencia y la cancha un laboratorio, pero sus jugadoras que pensaran? Se lo dirán? Lo querrán ¡Le mentirán? Se darán cuenta de lo que el deja para que ellas sean felices con lo que más le gusta que es la pelota!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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